Crear un corazón virtual, un reto que se desarrolla en la U. de Caldas

Proyecto del decano de ingenierías e ingeniero aeronaútico argentino


16/02/2011

 Elvio de Argentina Un ingeniero aeronáutico argentino visita por estos días a la Universidad de Caldas, con un objetivo especial: crear un corazón virtual. En este reto trabaja hombro a hombro con Carlos Alberto Ruiz Villa, Decano de la Facultad de Ingenieras de la U. de Caldas.

 

Se trata de Elvio Heidenreich, de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ, Argentina), quien junto a Ruiz Villa realiza un proyecto de investigación, aprobado en 2009 por el Ministerio de Ciencia y Técnica (Argentina) y Colciencias (Colombia).

 

El propósito de crear un corazón virtual es poder realizar estudios patológicos. Para ello, las dos instituciones le dieron el aval a la investigación y aprobaron los recursos para el intercambio de viajes y alojamientos de los investigadores, en los dos países.

 

Entre abril y mayo de 2010 se conoció la aprobación de este proyecto y este año se inició la ejecución con la visita de Heidenreich, a la U. de Caldas, hasta el próximo 27 de febrero.

 

Heidenreich relató algunos detalles de su investigación, en la siguiente entrevista.

 

¿De qué se trata el proyecto de investigación?

Queremos hacer un corazón virtual completo, con aurículas, ventrículos, y todos sus componentes. Ya tenemos dos tesis que nos apoyan en este tema. Una la hice yo sobre los ventrículos y el Decano Ingenierías de la U. de Caldas realizó otra tesis doctoral sobre las aurículas, la idea es unir los dos trabajos.

 

Además, tenemos el apoyo del profesor Andrés Paolo Castaño, de la Universidad de Caldas, quien tiene pensado hacer un corazón completo, para su tesis doctoral. Ya hicimos varios contactos con personal de la Universidad de Caldas para que nos construya los modelos exactos geométricos del corazón.

 

¿Qué etapas o metodologías se van a aplicar en el proyecto?

La primera etapa consiste en tomar un corazón humano, hacerle tomografías y construirlo geométricamente. Puede hacerse tomándole medidas, impresiones con un escáner 3D o aplicándole la resonancia magnética.

 

En una segunda etapa debemos programar los modelos numéricos de las diferentes células de conducción del corazón. Es decir, un tipo de célula que es una aurícula, otro que es el ventrículo, en los sistemas de conducción, nodos, entre otros. Después unimos esta información, en un software que hemos desarrollado. Al final lograremos que este corazón lata numéricamente.

 

¿Por qué es relevante hacer un corazón virtual?

Es posible evaluar diferentes patologías, por ejemplo, una isquemia cardiaca. Podemos reconstruir el torso y simular diferentes enfermedades del corazón, bloqueos parciales de la rama derecha o de la izquierda y ver como eso se traduce en un electro y compararlo con la realidad.

 

Esto tiene muchas aplicaciones. Por ejemplo, el modelo que vamos a realizar nos puede decir dónde implantar un marcapasos. El médico opera de acuerdo con la experiencia, pero con el modelo numérico podríamos decir qué hacer y qué no hacer, con muchísima exactitud.

 

¿Hay precedentes en otros países?

A nivel internacional, más que todo en Europa, están invirtiendo mucho dinero en el tema de los modelos numéricos de células. Han llegado a tal avance que se está estudiando cómo influyen las drogas en dichas ecuaciones. Esperemos que de acá a cinco años nosotros logremos algo internacionalmente bueno.

 

¿Qué significa este proyecto para usted?

Es un desafío matemático, computacional y médico para mí. Uno estudia siempre y quiere aplicar lo que aprende, y yo veo en la Universidad de Caldas mucho apoyo, hay un equipo que quiere trabajar en este tema y eso demuestra interés.

 

Apoyo del proyecto

¿Cómo la Universidad de Caldas se convierte en sede para realizar este proyecto?

Fue una amistad que nació en España, entre el Decano de Ingenierías de la U. de Caldas y yo, durante la tesis doctoral. Allí nos nació la idea de este proyecto.

 

¿Cuántas personas participan en el proyecto?

En argentina hay una matemática y esperamos incorporar más gente de la U. de Caldas. Yo trabajo en la UNLZ y en la Escuela Superior Técnica, dos instituciones universitarias argentinas que nos apoyan en la investigación.

 

También la Universidad de Favarolo (Argentina) y, por supuesto, la U. de Caldas se suman a esta investigación, desde la Facultad de Ingenierías y la Facultad de Ciencias para la Salud, con la participación de médicos de Telesalud.

 

Esto abarca varias disciplinas, ¿cómo ha sido esa experiencia?

Los médicos y los ingenieros deben empezar a trabajar juntos. Los médicos no tienen los conocimientos matemáticos suficientes y nosotros no tenemos los conocimientos biológicos necesarios para desarrollar esta propuesta. Por eso, necesitamos el trabajo conjunto.

 

 

Informes: en la Oficina de Prensa de la U. de Caldas. Teléfono 878 15 00, extensión 12 167.

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