Carta Abierta – Rector U. de Caldas

Manizales, 11 de marzo de 2019

Apreciados miembros de la Comunidad Universitaria:

Reciban todos un cordial saludo.

 

Según el afamado escritor Oscar Wilde: El sexo es poder. Entrados en el siglo XXI, el sexo sigue siendo una herramienta poderosa para intimidar a personas del sexo opuesto o del mismo sexo, para llevarlos a un intercambio inapropiado de favores.

 

Ante denuncias por la proliferación de este flagelo en nuestra Universidad, se ha dado marcha a una serie de iniciativas dirigidas a toda la comunidad, con el fin de entablar un diálogo abierto sobre esta práctica indebida y a todas luces dañina para el bienestar de los que hoy hacemos parte de la Institución.

 

La Administración de la Universidad no puede tolerar que las insinuaciones, el toqueteo, y otro tipo de “manifestaciones” orientadas a interacciones de naturaleza sexual, se conviertan en la puerta para lograr un ascenso o el logro de un objetivo determinado. Nuestra obligación como integrantes de la Universidad es evitar a toda costa la normalización de este tipo de conductas. De igual modo, es nuestra obligación prepararnos para una reacción adecuada en caso de ser víctimas en carne propia de este flagelo y poder brindar el apoyo indicado a quienes se vean sometidos a este tipo de acoso. Es sabido que, en ocasiones, las víctimas callan por temor al desprestigio, a la indiferencia e incluso a la revictimización.

 

Queremos y anhelamos una Universidad donde sea posible la convivencia y el desarrollo de nuestra personalidad, libres de presiones, intimidaciones y sometimientos indebidos. No podremos avanzar en nuestros propósitos académicos, si nos estamos sintiendo vigilados o identificados como personas sobre las que es posible demostrar poder y dominación a cambio de objetivos profesionales o personales.

 

Como Rector, invito a todos y cada uno de los integrantes de la comunidad universitaria a denunciar cualquier tipo de conducta inapropiada por parte de cualquier miembro de nuestra Institución. Es nuestro deber generar espacios que nos pertenezcan a todos, donde podamos ejercer nuestra libertad con total respeto por la libertad del otro.

 

«Todo en la vida es sexo, menos el sexo: el sexo es poder.»

Oscar Wilde

 

ALEJANDRO CEBALLOS MARQUEZ

Rector

 

Carta Abierta.

Ir al contenido