120 TRABAJARON EN MUNICIPIOS DE CALDAS
27/2/2014
Redacción: Laura Sánchez Largo
Una gran experiencia fue lo que significó para algunas familias de la Comuna Ecoturística Cerro de Oro, La Sultana, Minitas y la vereda Cambía (Municipio de Risaralda) el haber participado de las prácticas de estudiantes del programa Desarrollo Familiar de la Universidad de Caldas. Estas labores académicas se expusieron el pasado 27 de febrero del 2014.
| Foto: Laura Sánchez / Prensa U. de Caldas |
Sandra Milena Franco Patiño, Directora del Programa Desarrollo Familiar U. de Caldas, expresó que este ejercicio es una oportunidad para dar a conocer a la Universidad y reflexionar sobre las herramientas teóricas conceptuales que los estudiantes aprendieron. Estos procesos de “intervención directa” los realizan desde hace unos tres años en diferentes municipios de Caldas.
Unos 120 estudiantes, de cuarto semestre en adelante, apoyaron a diferentes familias en temas como el acompañamiento a niños en edad escolar y la dificultad en las relaciones familiares referentes a las diferencias generacionales. También el asunto económico fue un papel importante: el desempleo y la informalidad marcan las dinámicas de la interacción familiar, según explicó Franco Patiño.
La práctica en las familias
“Para las familias y comunidades es novedoso y distinto, porque el profesional se acerca a las familias. En general, la gente solo acude a nosotros cuando tiene un problema y en este proceso somos nosotros quienes vamos a ellos”, indicó la directora del Programa.
Proyectos de vida familiar y comunitaria es el nombre de las prácticas de los estudiantes de Desarrollo Familiar. Se realizan en cuatro niveles, de menor a mayor grado de complejidad. El primero es un diagnóstico de la comunidad de intervención. El segundo un análisis de la vida familiar. Los dos últimos son proyectos que pretenden generar acciones intencionadas para potenciar la toma de conciencia y el ejercicio de la libertad para así mejorar las situaciones de vida.
Estudiantes compartieron sus experiencias
Viviana Andrea Henao Henao, octavo semestre de Desarrollo Familiar
Trabajé en la vereda de Cambía. Fue una experiencia enriquecedora porque las familias han permitido que ingresemos a sus hogares. Nos encontramos en el área rural cómo predomina el patriarcado, donde las amas de casa se encargan de lo doméstico y de las tareas de cuidado. También tuve un caso muy particular de unos niños que iban a la escuela y eran muy agresivos, pero a nivel familiar eran cariñosos.
Daniela Trujillo González, séptimo semestre de Desarrollo Familiar
Trabajé en la Comuna Ecoturística Cerro de Oro. Aprendí a tener iniciativa de generar un proceso de cambio en las familias y de generar un modelo de desarrollo familiar, como igualdad y la equidad de género y nuevas pautas de crianza que ayuden a mejorar el ambiente familiar.
Ferney Trejos Montes, octavo semestre de Desarrollo Familiar
En la vereda Cambía fue muy gratificante trabajar, porque la gente del campo lo atiende a uno muy bien y participan mucho.
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